Dificultad: MEDIA
Tiempo de preparación: 15 minutos
Coste aproximado de la receta: medio- alto
Ingredientes 4 personas
- 1 kilo de bacalao desalado, si es sin desalar 1/2 kilo, preferentemente lomos gruesos.
- 1 o dos botes de pimientos del piquillo
- harina
- sal
- aceite
Elaboración
Si hemos comprado el pescado sin desalar lo desalamos la misma forma que lo hacemos habitualmente hasta logar que esté en el punto que nos gusta.
Lo más cómodo, pero también más caro, es comprarlo listo para cocinar, aún así conviene probar un poco de bacalao en crudo para ver si está salado para nuestro gusto. Si es así lo pondremos a desalar un poco más.
En una cazuela de barro grande, o en una de hierro forjado, ponemos aceite a calentar. Esta receta es generosa en aceite, no vale sólo con cubrir el fondo.
Mientras se calienta, escurrimos y secamos bien el bacalao con papel absorbente. Lo pasamos por harina y lo reservamos.
Abrimos la lata de pimientos y les hacemos un corte para que queden abiertos, de manera que queden planos, como si fueran una lámina.
Cuando el aceite esté bien caliente, ponemos el bacalao en la cazuela por el lado de la piel, esperamos dos minutos a fuego vivo y apagamos el fuego.
Cubrimos todo el bacalao con los pimientos de manera que quede por encima del pesado un manto rojo. Tapamos y dejamos enfriar.
Este plato está mejor de un día para otro, el bacalao suelta su gelatina y hace que la salsa espese.
Cuando lo vaya a calentar es muy importante tener en cuenta que nunca debe hervir, de hacerlo el pescado se volvería estropajoso.
Espero que disfrutéis de esta receta, sencilla y riquísima.
